Your Cart
La historia del juguete de hojalata

Una breve historia del juguete de hojalata

Los juguetes de hojalata surgen en la estela de la revolución industrial, a partir de mediados del siglo XIX. Hasta entonces los fabricantes de juguetes utilizaban madera, barro o telas para crear sus piezas, con una fabricación relativamente reducida. La invención de las máquinas de manipulación y estampación de chapas de acero, alrededor de 1815, permitió la producción en masa de juguetes hechos de hojalata.

Pero, ¿qué es la hojalata?

La hojalata es simplemente una fina lámina de acero recubierta de estaño. Es un material ligero, bastante maleable y barato. Además es suficientemente robusto para aguantar el ritmo de los niños jugando con los juguetes de cuerda, los coches de mecanismo de fricción, etc.

Limusina de juguete de hojalata con fecha de 1916
Limusina de juguete con fecha de 1916 – Foto: Clem Rutter / Wikimedia Commons

Los juguetes de hojalata antiguos

Al principio los juguetes de hojalata antiguos se hacían artesanalmente, se montaban y pintaban a mano. A finales de la década de 1880 se utilizó la litografía offset para imprimir en la hoja de metal. Una vez impresos los coloridos diseños, se cortaba la chapa con troqueles y se ensamblaban con pequeñas pestañas.

A principios del siglo XX, Alemania lideraba la producción de juguetes mecánicos de hojalata. Francia e Inglaterra también tenían importantes fábricas, pero no lograban alcanzar los niveles de excelencia de los alemanes. En Estados Unidos las empresas fabricantes empezaron de forma lenta, y no fue hasta después de la Primera Guerra Mundial, con el sentimiento anti alemán a flor de piel, cuando empezaron a despegar. En la década de 1920 los estadounidenses acabaron convirtiéndose en protagonistas del mercado mundial.

El auge de los juguetes de hojalata japoneses

La producción mundial se interrumpió durante la Segunda Guerra Mundial debido a la necesidad de materias primas para la batalla. Tras el periodo bélico y el consecuente bajón en Europa, el interés por los juguetes de hojalata siguió creciendo y surgieron nuevos puntos de producción a gran escala.

Bajo la tutela estadounidense, se permitió a los fabricantes japoneses reanudar su actividad, incluido con derecho a exportar los juguetes. La idea era producir un juguete de hojalata a bajo coste para posteriormente venderlo en el mercado de Estados Unidos como producto importado. Con los años, la industria oriental supo aprovechar su rica tradición artística en el esmaltado y el trabajo con metales. Además del tradicional mecanismo de cuerda, se incorporaron nuevos mecanismos de movimiento y también se añadieron sonidos y brillantes luces de colores a los juguetes.

Colección de robots de hojalata de Saint John
Colección de robots de la marca Saint John – Foto: Avvenice

Otro punto a favor de la industria japonesa fue crear piezas que conectaban más directamente con el mundo imaginativo de los niños. Representación de animalitos encantadores, curiosos insectos, la temática alegre y colorida del circo, cohetes para viajes estelares, etc. Sin olvidarnos obviamente de la fascinación japonesa por la robótica, creando una gran variedad de modelos de robots de hojalata, que con el tiempo se han convertido en un símbolo de la industria de juguetes en el país asiático.

Así que Japón se convirtió en una potente fábrica de juguetes de hojalata, gozando de muy buena reputación en los mercados internacionales. Sin embargo, a partir de los años 60, empezó un descenso gradual, no sólo de Japón como fuerza productora, sino que de toda la industria de hojalata.

El juguete de hojalata para coleccionistas

La progresiva decadencia se inicia con el creciente uso del plástico como materia prima. Además, las nuevas normas de seguridad infantil establecidas por los gobiernos hicieron que el metal se volviera un material obsoleto, costoso y poco apropiado para la fabricación de juguetes. Y el golpe de gracia vino con los cambios en los hábitos de consumo, que fueron poco a poco inclinándose a juguetes más tecnológicos, como las videoconsolas.

Hoy en día, China ha asumido el papel de principal fabricante de juguetes de hojalata, aunque desde un punto de vista totalmente nostálgico. En vez de crear nuevas piezas, la tónica general es evocar el recuerdo de otros tiempos, relanzando los juguetes clásicos de los años 40, 50 y 60. No es de extrañarse entonces que la mayoría de estos “nuevos” juguetes estén destinados a coleccionistas.

Entrance of the Spielzeugmuseum in Nuremberg
Entrada del Museo del Juguete en Nuremberg – Foto: Museums Nuremberg

Algunos de los juguetes antiguos originales pueden encontrarse en el Museo del Juguete – Spielzeugmuseum – en Núremberg, Alemania, que cuenta con más de 80.000 objetos en exhibición.

También se puede visitar el Museo de Juguetes y Muñecas de Hojalata de Kioto, con 10.000 juguetes expuestos. Aquí, a diferencia de otros museos, muchos de los artículos están a la venta. Pero para llevárselo uno a casa hace falta desembolsar una buena cantidad de dinero. Porque una pieza de la época, principalmente los robots originales de hojalata, pueden venderse por varios miles de euros. Ouch!


Productos relacionados


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Haz seguimiento de tu pedidoSeguimiento

Gestiona tu pedido desde el área “Tu Cuenta”.

Nuestra web es totalmente seguraCompra Segura

Encriptación HTTPS y sistemas de pago externos.

Política de devolución ampliaDevolución Fácil

¡Hasta 15 días para devolver un producto!