Matrioskas, mamushkas, babushkas o simplemente muñecas anidadas. Son muchos los nombres por los que se conocen a este tradicional juguete fabricado en Rusia. Tienen forma de pera y son huecas por dentro. Cada muñeca alberga en su interior diferentes versiones de sí misma en distintos tamaños, que van encajando unas dentro de otras. El número de piezas puede variar desde un mínimo de 5 muñecas anidadas hasta la cantidad que se desee. Pero esto sí, debe ser un número impar, según marca la tradición.
La historia de la muñeca rusa
A pesar de ser reconocidas como uno de los elementos más característicos de la cultura en Rusia, las muñecas anidadas no fueron creadas inicialmente en este país. Parece ser que su origen es japonés.
El juguete no tardó en hacerse muy popular en el país, recibiendo el nombre de ‘Matryona’ (madre de familia en castellano), uno de los nombres más populares en la Rusia antigua. Pero como sonaba muy serio, la gente empezó a usar su diminutivo, ‘matryoska’. En el año 1900, la muñeca causó sensación en la Exposición Universal de París, donde ganó una medalla de bronce.
A partir de los años 30, el estado tomó las riendas de la producción de las matrioshkas y fundó fábricas en muchas ciudades rusas. En el Museo de Artes Decorativas en Moscú, la variedad de modelos ilustra la extensión del imperio soviético, desde las muñecas Chukotka, en el Lejano Oriente, hasta las fabricadas por los esquimales en el Ártico.
Producción artesanal

La auténtica muñeca rusa se fabrica generalmente con madera de tilo o abedul, y de manera completamente artesanal. Según la tradición, y como medida de calidad, todas las piezas que forman una matrioshka deben estar sacadas del mismo trozo de madera.
La primera en ser modelada es la más pequeña, y en función de su medida se crean los demás tamaños. Por último se tallará la más grande, la que albergará a todas las anteriores.
Para asegurarse de que encajen bien, se dejan secar a las matrioshkas unas dentro de las otras. Tras el secado, las muñecas son decoradas con pintura al óleo o a base de aceite, finalizando con una capa de barniz.
Regalar una matrioshka

El hecho de regalar una matrioska tiene un significado importante para los rusos. Cuando alguien te la regala, debes pedir un deseo. Cuando éste se haya cumplido, entonces podrás abrirla y ver la siguiente matrioska que hay en su interior, volviendo a pedir un deseo. El proceso sigue hasta que llegues a la última de las muñequitas. Al final, deberás entregar el conjunto original al descendiente de la casa, como símbolo de continuidad de la familia.
Por este motivo si alguien te regala una muñeca rusa y además conoce su significado, te está regalando su cariño y amor.
Nuestras muñecas rusas
Las matrioskas que puedes comprar en Fantastik son un producto 100% original ruso, fabricadas y pintadas a mano por artesanos en la región de Nizhny Novgorod, en particular en las ciudades de Semenov y Polkhov-Maidan. Es una región conocida por producir la mejor artesanía de Rusia y que aún concentra el 60% de la producción rusa de matrioskas.
Me encantan las Matrioskas!