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Breve historia de la empresa Pustefix y sus pompas de jabón

La empresa Pustefix y sus juguetes de pompas de jabón

Pintura de Adriaen Hanneman de 1630
Pintura de Adriaen Hanneman de 1630
Foto: Wikimedia Commons

La fascinación de los niños – y de muchos adultos – por las pompas de jabón viene de siglos atrás. Hay pinturas flamencas del siglo XVII que muestran a niños jugando con tubos de arcilla y agua jabonosa. En 1886 una empresa londinense de jabones lanzó una gran campaña de publicidad que llevaba como imagen una pintura de un niño jugando con una burbuja. Una empresa de Chicago llamada Chemtoy empezó a vender líquido para pompas ya en la década de 1940, y desde entonces este pasatiempo se ha vuelto cada vez más popular.

En Europa uno de los primeros fabricantes de líquidos de pompas de jabón fue la empresa alemana Pustefix. Terminada la Segunda Guerra Mundial, un químico doctorado llamado Rolf Hein experimentaba con recetas de detergente en polvo. Eran tiempos de penuria, y para mantener a su familia, él buscaba un producto barato con el que intercambiar por alimentos con los campesinos de los alrededores de Tubinga, cerca de Stuttgart.

Dr. Rolf Hein in 1948
Dr. Rolf Hein en 1948 – Foto: Pustefix

Por casualidad, Rolf descubre una receta que produce unas preciosas burbujas arco iris. Le viene la idea de crear una actividad divertida para niños ya preparada. Es decir, pompas de jabón en cualquier momento y sin la necesidad de preparar antes una solución de agua jabonosa.

Cuando se instaura el marco alemán como moneda, la economía cobra impulso. Esto le proporciona a Rolf el momento perfecto para hacer realidad su visión: la producción de juguetes de burbujas de jabón instantáneas. Esta idea se traduce literalmente en el nombre de la empresa, que combina las palabras alemanas “pusten” (soplar) y “fix” (rápido).

El conocido osito amarillo de la marca Pustefix

El osito de las pompas de jabón

El querido osito de peluche amarillo de sus hijos se convierte en el símbolo de la nueva marca, el oso de las burbujas de jabón.

El primer envase de Pustefix es de aluminio. Lleva una etiqueta y se cierra con un tapón de corcho natural. La anilla de soplado, por su parte, consiste en una espiral de alambre de muelle sobre un pasador metálico. El producto empieza a tener éxito, pero tiene dos puntos débiles: el cierre de corcho, que no es totalmente hermético, y la solución de pompas de jabón, que con el tiempo descompone la espiral de alambre.

El envase original del líquido para burbujas de jabón
El envase original del líquido para burbujas de jabón – Foto: Pustefix

El problema no se resuelve por completo hasta finales de los años 60, cuando la empresa adopta el envase de plástico. Se añade una rosca interior para un mejor cierre y se cambia ligeramente la forma del anillo de soplado interior. Lo que sí insiste Rolf Hein para que se mantenga siempre es la forma ya conocida del envase y la figura del osito.

Las ventas se disparan y se impulsa la exportación. Además de crecer en los países europeos vecinos, tiene especial éxito en Estados Unidos y Japón. Al mismo tiempo, la empresa amplía su gama de productos.

Además del juguete de burbujas original con forma de tubo, se crea un surtido completo de juegos diferentes y completamente nuevos. Como por ejemplo, la máquina de pompas de jabón, el aro o la pistola de burbujas.

Con los años, y conservando el diseño original y manteniendo una estética vintage, el juguete de pompas de jabón de la marca Pustefix se vuelve un clásico entre los niños no sólo de Alemania, sino de todo el mundo.


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